Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el 68% de la población mundial vivirá en zonas de urbanismo para el año 2050. Con todo esto surgiendo, ¿qué podemos hacer como seres humanos para tener la seguridad de que las ciudades sigan siendo lugares agradables, libres de contaminación, con bajas emisiones de gases de efecto invernadero para no hacer peor el calentamiento global?
Una buena forma de ralentizar el calentamiento global es uitlizar herramientas poco contaminantes para hacer nuestra vida diaria. Por ejemplo, en lugar de pagar en efectivo o crear cheques, podemos avanzar con la tecnología y utilizar sistemas de pago como propluspay.co, que brindan inmediatez, pero también hacen su parte por el planeta.

¿Cuáles son los principales retos?
Luego de diversos estudios, se ha llegado a la conclusión de que existen algunos otros retos que afrontará el mundo.
Mayor densidad, espacios verdes y agricultura vertical
Durante muchos años, las viviendas unifamiliares fueron el sueño; sin embargo, muchos urbanistas abogan ahora por la densificación urbana para evitar la expansión suburbana, que es perjudicial para las zonas rurales. Al mismo tiempo, también planean reintroducir vegetación en terrenos baldíos y crear “vías verdes” alrededor de los edificios para aumentar la capacidad de las ciudades para capturar CO2 y reducir las islas de calor urbano.
La agricultura urbana también está comenzando a ser una característica en algunas ciudades. Los jardines comunitarios, por ejemplo, están fortaleciendo la cohesión social entre los residentes del barrio. Los cultivos se están cultivando en terrazas de construcción en un suelo de 30 centímetros de profundidad. Y las granjas verticales están surgiendo de la tierra, utilizando líquidos ricos en nutrientes para cultivar plantas y aprovechando la tecnología para mejorar los rendimientos.
Nuevos métodos de movilidad
Estamos pasando de la noción de “transporte urbano” al concepto de “movilidad”, que engloba nuevos medios de desplazamiento, interconectividad (o intermodalidad), usos variados y tendencias sociales como más tiempo libre y nuevas actividades de ocio.
Los modos de transporte están aumentando en número, con tranvías de tren ligero automatizados, teleféricos, vehículos autónomos en rutas fijas, bicicletas de carga (que han regresado), bicicletas, scooters y hoverboards. Los patrones de uso son cada vez más diversos, con vehículos compartidos, autoservicio de alquiler de automóviles, bicicletas y transporte «bajo demanda» reservado en aplicaciones móviles.
Tecnología
La tecnología es una de las cosas que más se va a utilizar en el futuro. Es un gran reto, porque las ciudades deben adaptarse al desarrollo y a la planificación inteligente. Como beneficio se obtendrá el aprovechamiento de la energía solar, que se puede manipular en urbanizaciones para la vida común.
Las ciudades del futuro serán mejores y todo gracias a las tecnologías ambientales que se encargarán de enfriar los edificios de mejor forma, más alla de un simple aire acondicionado. Además, la población adulta podrá estár tranquila en casa mediante la instalación de sensores y aplicaciones que pedirán ayuda por ellos en caso de que algo malo pase, ya que en algunas ocasiones no pueden hacerlo por sí mismos.
Un factor preocupante: la desigualdad
Cuando se trata tanto de la provisión de recursos básicos como de la resiliencia frente a las amenazas ambientales, el pronóstico es desigual para los diferentes grupos de habitantes urbanos. A medida que crece el número de súper ricos urbanos, muchas ciudades también verán un aumento en el número de pobres urbanos.
La brecha cada vez mayor entre los que tienen y los que no tienen se acentuará en las megaciudades del futuro. Tales desigualdades, cuando no se controlan, desestabilizarán a la sociedad y anularán cualquier beneficio del desarrollo urbano. Existe una necesidad crítica de que los formuladores de políticas aseguren que los frutos del progreso se compartan equitativamente.